¿Por qué tengo mala suerte y cómo la cambio?

Hombre en desierto con el paraguas mojándome
Steve Craft / Getty Images

Casi todos hemos tenido en algún momento “rachas” de mala suerte en que parece que todo nos va mal—nos enfermamos, todo parece dañarse en la casa, peleamos con todo el mundo... ¿Por qué? No entendemos la razón de tan mala suerte.

Pero como todo en el Universo es energía, hasta lo que llamamos mala suerte tiene una explicación, y cuando la entendemos, podemos cambiar la situación a nuestro favor.

Posibles explicaciones para su mala suerte

Karma

La ley de causa y efecto tiene mucha influencia en nuestra vida. Absolutamente todo lo que enviamos al Universo, se nos regresa.

Aunque no queramos admitirlo, muchas veces nuestras acciones o intenciones no son puras ni positivas, y tarde o temprano vamos a pagar las consecuencias. Esto puede ser acumulación de esta vida o de vidas anteriores, y qué tan alta sea la cuenta también depende de cuánto dharma hayamos generado.

Si quiere entender por qué todo le está saliendo mal, revise sus acciones de los últimos meses. ¿Ha quizá saboteado a alguien? ¿Inventado o propagado rumores? ¿Deseado mal a alguien? ¿Peleado en malos términos con otra persona? ¿Mentido o engañado a otros? ¿Dañado propiedad ajena? ¿Huído de sus responsabilidades? ¿Lastimado un animal?

Cualquiera de estas acciones, o similares, pueden generar karma y en muchas ocasiones manifestar una racha de mala suerte.

Si encuentra razón para pensar que su mala suerte es a causa de karma reciente, inmediatamente corrija sus acciones ya sea pidiendo perdón, compensando el mal que ha hecho, y/o generando dharma con buenas acciones.

Pensamiento negativo

El pensamiento es poderoso, es energía creadora. Todo lo que vivimos en la vida ha sido primero creado de una forma u otra en nuestra mente. Si usted ha estado cultivando pensamientos negativos, esta negatividad se hará manifiesta en su vida. Cambie la vibración de sus pensamientos, y verá un cambio en su realidad.

El pensamiento negativo no es solo sobre los demás. Muchas veces declaramos cosas negativas hacia nosotros mismos. “Es que a mí siempre me salen las cosas mal,” “con mi suerte, seguro que esto bueno no me durará,” “¿qué otra cosa mala me va a pasar hoy?”

Esté alerta de sus propios pensamientos, y cuando se encuentre hablándose negativamente, inmediatamente cancele este pensamiento y reemplácelo por uno positivo.

Al principio sentirá que esto se siente un poco extraño y forzado, pero con el tiempo el proceso se hará más natural, y verá un cambio en su suerte.

Resentimiento

El resentimiento, la rabia y el odio son veneno para nuestra propia alma y causas frecuentes de tener mala suerte.

Eso de que “odiar a otros es tomarse uno un veneno esperando que el otro muera” es muy cierto. Si usted está obsesionado con alguien o algo que le produce sentimientos bajos, esto se manifestará en mala suerte y en enfermedad.

Perdone y olvide… si no para beneficio de los demás, entonces para el propio.

Usted verá que cuando realmente no sienta rencor ni rabia hacia otros, su mala suerte cambiará.

Ataque psíquico

En algunas ocasiones, no estamos energéticamente fuertes para soportar la energía negativa de algunas entidades o seres que nos rodean. Es entonces importante protegernos. Las visualizaciones para manejar personas nocivas y los rituales de purificación y protección nos pueden ayudar en estos momentos.

Energía estancada

Existen muchas razones por las que la energía puede estancarse a nuestro alrededor.

Pensamientos negativos, objetos que traen energía de otras personas o lugares, polvo y falta de limpieza, oscuridad y poco flujo de aire… Si ha comprado o traído a casa algún objeto nuevo últimamente, asegúrese de limpiarlo energéticamente o con visualización para purificarlos de cualquier energía ajena.

Es también importante dejar entrar aire fresco y luz a nuestra vivienda, y mover los muebles rutinariamente al igual que mantenernos libres de polvo y desorden. Después de una buena limpieza, también es recomendable hacer un ritual de purificación del hogar.